Carta de Apoyo al Parque Zoológico y Jardín Botánico Nacional Simón Bolívar
Domingo 25 de agosto de 2013
Con motivo de brindarle todo mi apoyo a Fundazoo en sus esfuerzos por cuestionar la validez del proyecto de transformar el Parque Simón Bolívar en un jardín botánico (de hecho ya lo es) únicamente y trasladar los animales a otros sitios supuestamente en mejores condiciones, me dirijo a ustedes.
Se une a esta misma preocupación y le brinda igual apoyo y conocimiento profesional la arquitecta Nora Flores Quirós, quien está en igual disposición a trabajar en conjunto con ustedes, tanto durante mi estadía en Costa Rica como en mi ausencia del país. La arqta. Flores, dará seguimiento a estas ideas que en conjunto hemos planteado los dos después de mi salida el miércoles 28 de agosto del presente y hasta mi regreso al país.
Pero antes permítanos presentarnos:
Dr. Marco Díaz Muñoz, céd: 1-0613-0949, costarricense de nacimiento, residente junto con mi hija en Lansing, Michigan, U.S.A., desde hace 30 años. Mis antecedentes académicos incluyen un Doctorado en Literatura Hispánica, de la Universidad Estatal de Michigan (M.S.U.) y una Especialización en Bellas Artes y otra en Economía de Albión College, también en el estado de Michigan. Soy profesor de cursos interdisciplinarios en el Centro de Estudios Integrados en las Artes y Humanidades (Center for Integrative Studies in the Arts and Humanities, C.I.S.A.H.) en M.S.U.
Arq. Nora Flores Quirós, céd: 01 0394 0918, costarricense de nacimiento, residente en Curridabat, San José. Mis antecedentes académicos incluyen la Especialidad en
Urbanismo conjuntamente con el grado de Licenciatura de La Escuela de Arquitectura de La Universidad de Costa Rica. Llevo 20 años de ejercer tanto la arquitectura como el urbanismo y he sido Presidenta del Colegio de Arquitectos de Costa Rica (1994-1996).
Ahora, siguiendo con el tema en cuestión sobre la propuesta del MINAE, quiero externar que además de las reservas de peso que usted, doña Yolanda, ha expresado en artículo en periódico La Nación, el 25 de Julio 2013, “León del Bolívar..” acerca de la calidad nutricional y médica que se les brinda en el Parque Bolívar a sus animales, y la dudosa factibilidad de ofrecerles igual calidad de vida en otros sitios, con la posibilidad también dudosa de que sobrevivan a un medio desconocido para ellos, y la información que usted, don Eduardo, comunicó a The Associated Press en entrevista reciente, hay
preocupaciones nuestras que se unen a las suyas.
Conjuntamente a sus argumentos hay que agregar que los animales también viven en un hábitat natural lleno de belleza, escenario de vegetación maravillosa, que ya forma un ecosistema urbano importante para la fauna residente, la libre y la que ahí habita.
He sido admirador del parque y lo he disfrutado en grande desde mi infancia hasta la actualidad, por lo tanto soy testigo de la transformación con responsabilidad ambiental que se le ha dado a través de los tiempos. Mi hija, de nacionalidad estadounidense nacida en Rusia, viene a visitar el país de mis ancestros dos veces al año desde los cinco años. Siempre la llevo al Zoológico Simón Bolívar al que ama y disfruta, y aún
ahora, que ya tiene 14 años, me pide visitarlo. Con ella he aprendido a admirar más lo que el Bolívar representa en el conocimiento de nuestra fauna y flora. Es un libro vivo que ayuda a maestros, padres y niños en el conocimiento sin tener que quedarse en las fotografías de textos y libros y sin tener que salir de la ciudad, lo cual sólo es fácil para algunos. Esto, además de lo que representa el parque para los foráneos que visitan nuestra capital.
Con conocimiento podemos añadir que el Parque Simón Bolívar ocupa un lugar singular dentro de lo que conforma el casco histórico de San José. Es uno de los hitos que hace un siglo conformaban el centro histórico josefino y le conferían estatus de una
pequeña metrópolis en miniatura. Así lo notó, y celebró el esteta y primer gran poeta de América Hispanoparlante, Rubén Darío, quien vivió en San José y la describió como “la más bella de las capitales centroamericanas y la más progresista, por tener las amenidades de una urbe Europea.” Era “La tacita de plata de Centroamérica.” Ninguna otra capital centroamericana gozaba de tal galardón hace un siglo. No obstante, y aunque nos preciamos de nación avanzada, no le hemos dado la debía importancia. El Parque Bolívar realmente es más que un simple parque :
• Es parte importantísima de nuestra identidad josefina y nacional.
• Representa la mentalidad progresista de la visionaria burguesía capitalina, con gran
sed de educación, de finales del SXIX y principios del SXX, educada en Europa, quien trajo la electricidad (precedida solo por París y New York) y que así mismo deseo tener un teatro a la altura de Europa, una oficina de correos y biblioteca de primer orden, clubes sociales, hoteles, bulevares, colegios y liceos, arcadas, un ferrocarril, y un mercado municipal, entre otros hitos. En otras palabras, una ciudad diseñada para el modo de vida josefino que propició el cambio de una economía de subsistencia a la economía de producción. Por lo tanto, no es casualidad que esa burguesía quiso también tener un zoológico. Ni es tampoco casualidad la ubicación del zoológico en el recién nacido, elegante y educado Barrio Amón.
• Hace historia, siendo el primer zoológico fundado en el istmo.
En la cultura europea que dominaba el mundo occidental hace un siglo, y que contribuyó a formar nuestra identidad urbana, la apertura de los zoológicos y jardines botánicos responde a la curiosidad intelectual de las naciones industriales a partir de la revolución científica. Esta actitud científica encarna en la figura del naturalista alemán Alejandro de Humboldt y el impulso que éste le dio a los estudios de la abundante flora y fauna de nuestro continente. En Costa Rica, específicamente en la capital, este impulso científico se materializó, por el empuje de las clases educadas en Europa, en la afinidad del intelectual costarricense por los estudios botánicos, de la misma manera que previamente había adoptado modelos docentes franceses.
Es así que San José se preció de fundar el primer zoológico del istmo, el Parque Simón Bolívar en 1916. Una pequeña esmeralda en el corazón de la capital, es parte de nuestra historia, patrimonio histórico arquitectónico e intangible de nuestros imaginarios urbanos. Es lugar de educación y turismo local e internacional, que sólo ha mejorado con los tiempos.
Defendámoslo, y lejos de modificarlo o rebajarlo a estatus de jardín botánico únicamente, restaurémoslo arquitectónicamente a su diseño y estado original, restaurémosle sus rejas, portones y edificaciones antiguas y celebremos su cercano centenario en 2016. Y bien,ya que fue inaugurado oficialmente durante el centenario
• 1916-2016, 100 años de su fundaciónde nuestra nación en 1921, celebrémoslo también como parte de este legado histórico.
Reinventemos nuestro zoológico al celebrar su centenario y el cercano bicentenario de la independencia de nuestra Costa Rica.
• 1921-2021, 100 años de inauguración oficial y 200 años de nuestra independencia
Ama tu ciudad, ama tu identidad cultural y ama el Parque Simón Bolívar.
Atentamente,
Dr. Marco Díaz Muñoz, céd: 1-0613-0949
Correo: diazmarc@msu.edu
Teléfono: 2234-2082 en Costa Rica, (517) 327-2806 en U.S.A.
Arq. Nora Flores Quirós, céd: 01 0394 0918,
Correo: arquitectafloresq@gmail.com
Teléfono: 2276-7807